OTOPLASTIA
Las orejas de soplillo, prominentes o en asa es una de las causas estéticas que, desde edad temprana, causan mayores problemas de integración social y autoestima, obligando a los que la padecen a intentar ocultar su defecto y en muchas ocasiones impidiendoles llevar una vida normal.
La otoplastia es aquella cirugía mediante la cual se busca la corrección de las orejas prominentes o de “soplillo” a una posición más natural, más pegadas a la cabeza, o en ocasiones reducir el tamaño de las mismas logrando la perfecta armonía de éstas en consonancia con el rostro. Se trata de una intervención de rápida recuperación con resultados muy naturales que consiguen devolver al paciente la seguridad y confianza perdida.
Una rinoplastia por lo tanto exige una visión de conjunto puesto que los demás elementos de tu rostro jugarán un papel fundamental en la búsqueda de la armonía de la que hablábamos.
Durante las sesiones de preoperatorio tratarás con el Dr. Franco distintos aspectos de la cirugía entre los que cabría destacar la técnica para abordar la intervención, el tipo de anestesia, los cuidados postoperatorios así como las expectativas tras la cirugía, que deben estar siempre basadas en la información que te proporcione el Dr.
Así mismo el doctor te pedirá una serie de pruebas a las que deberás someterte con carácter previo a la operación que generalmente suelen comprender analíticas y un electrocardiograma.
Deberás informar al Dr. Franco de cualquier medicación que estés tomando así como las posibles alergias que puedas tener a determinados medicamentos.
Por último si eres fumador debes recordar que el consumo de tabaco tendrá efectos negativos en la correcta vascularización de la zona tratada y en consecuencia afectará al resultado final de la intervención.
Tras la operación el Dr. Franco te colocara unos vendajes con el fin de mantener la zona operada limpia y protegerla contra eventuales golpes, así mismo se busca que la orejas queden pegadas mientras se produce la cicatrización. A las 24 horas este vendaje se retirará para comprobar la ausencia de hematomas y se sustituirá por una cinta de sujeción más ligera para favorecer la curación.
El postoperatorio de la Otoplastia no suele ser doloroso sin embargo es posible que experimentes alguna molestia como escozor, tirantez o presión; por ese motivo se te pautara analgesia para que no padezcas molestia alguna. A los pocos días de la operación podrás hacer vida normal asegurándote mantener la zona quirúrgica limpia y seca en todo momento. Se recomienda encarecidamente evitar la piscina en 1-2 meses tras la intervención.
La corrección del defecto de orejas de soplillo es perceptible desde el postoperatorio inmediato. No obstante al principio es posible que tus orejas se encuentren inflamadas, algo amoratadas o incluso las percibas muy pegadas. Es normal ya que todos los cambios realizados en la cirugía se irán adaptando de forma progresiva por lo que los resultados definitivos de la otoplastia no se podrán valorar hasta pasados dos o tres meses tras la intervención.
La cirugía de Otoplastia tiene resultados muy satisfactorios y tras la operación podrás apreciar como tus orejas ya no tienen la proyección que tenían antes y ahora tienen una posición más natural y anatómica permitiéndote llevar el pelo recogido, corto e incluso hacer uso de prendas que antes no te atrevías a llevar porque dejaban al descubierto una parte de ti que desde edad temprana ha sido causa de burla, complejos y miedo al rechazo.